MIR 2025: AUMENTO DE PLAZAS Y CAMBIOS EN EL PROCESO DE SELECCIÓN. MÁS PLAZAS, MENOS BARRERAS

La reciente publicación de la convocatoria por parte del Ministerio de Sanidad de España en relación a los exámenes de ingreso a la Formación Sanitaria Especializada (FSE) y por ende al MIR, ha traído consigo importantes novedades que tendrán un impacto significativo en la formación médica especializada de ese país. Este año, el número total de plazas ofertadas para médicos ha alcanzado el récord histórico de 9,007 plazas, lo que representa un incremento del 51.2% en comparación con las plazas ofertadas hace diez años. Sin embargo, aunque este incremento parece positivo a primera vista, persisten serias preocupaciones sobre cómo se gestionará la calidad de la formación y el impacto que estos cambios podrían tener en la profesión médica en general.
Incremento de las Plazas MIR: Una Respuesta Insuficiente
El aumento en el número de plazas MIR es, sin duda, una respuesta a la creciente demanda de profesionales médicos en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Especialidades como Medicina Familiar y Comunitaria han experimentado un notable incremento en su oferta, pasando de 2,492 plazas en 2024 a 2,508 en 2025. Esta especialidad sigue siendo la que mayor número de plazas ofrece, lo cual es comprensible dado el déficit crónico de médicos en Atención Primaria que España ha experimentado en los últimos años.
Otras especialidades de gran demanda también han visto un incremento en el número de plazas. Por ejemplo, Pediatría ha aumentado su oferta de 508 a 518 plazas, lo que refleja la necesidad de más especialistas en esta área crucial para la salud infantil. De manera similar, Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología ha experimentado un incremento del 6%, alcanzando 131 plazas, lo que la convierte en una de las especialidades más atractivas y competitivas del sistema MIR.
Además, Cardiología ha aumentado su oferta en 6 plazas, alcanzando un total de 203, mientras que Neurología ha subido 8 plazas, llegando a 190. Este aumento en las plazas de especialidades tan demandadas es un paso en la dirección correcta, pero aún quedan dudas sobre si será suficiente para cubrir las crecientes necesidades del SNS.
Eliminación de la Nota de Corte: Implicaciones para la Profesión Médica
Uno de los cambios más controvertidos en la convocatoria MIR 2025 es la eliminación de la nota de corte. Hasta este año, los aspirantes necesitaban alcanzar una puntuación mínima para poder participar en los actos de elección y adjudicación de plazas. Sin embargo, con la nueva normativa, bastará con obtener una puntuación superior a cero puntos para ser considerado en el proceso de selección.
Esta medida, aunque destinada a llenar las plazas vacantes en especialidades menos populares como Medicina Familiar y Comunitaria, ha generado preocupación entre los profesionales médicos. Muchos temen que la eliminación de la nota de corte pueda llevar a una disminución en la calidad de los residentes que ingresan al sistema, lo que, a largo plazo, podría desprestigiar tanto a la profesión médica como al sistema formativo en España.
El acceso a la formación especializada ha sido históricamente un proceso competitivo y riguroso, diseñado para garantizar que solo los candidatos más capacitados accedan a las plazas disponibles. La nota de corte servía como un filtro esencial para mantener altos estándares en la formación médica. Su eliminación, aunque puede resolver temporalmente el problema de las plazas vacantes, podría comprometer estos estándares y, en consecuencia, afectar la calidad de la atención sanitaria que reciben los pacientes.
Segundo Llamamiento para Plazas No Adjudicadas: Una Solución Necesaria
Otra novedad importante en la convocatoria MIR 2025 es la introducción de un segundo llamamiento para las plazas que no sean adjudicadas en el proceso ordinario. Esta medida permitirá que aquellas plazas que queden vacantes después del primer proceso de adjudicación puedan ser ofertadas nuevamente a los aspirantes que no hayan obtenido plaza en la primera instancia.
Este segundo llamamiento es una respuesta directa al creciente número de renuncias que se han observado en los últimos años. En convocatorias anteriores, las plazas renunciadas quedaban sin ser cubiertas, lo que exacerbaba el problema del déficit de profesionales en ciertas especialidades. Al re – ofertar estas plazas, el Ministerio de Sanidad busca asegurar que la mayor cantidad posible de plazas disponibles sean efectivamente ocupadas, maximizando así el número de residentes en formación.
Sin embargo, esta medida también plantea preguntas sobre la equidad y la efectividad del proceso de selección. Si bien es cierto que el segundo llamamiento puede ayudar a llenar más plazas, también podría llevar a que candidatos menos preparados accedan a especialidades críticas, lo que nuevamente pone en riesgo la calidad de la formación y, en última instancia, la calidad de la atención sanitaria.
Implicaciones para la Especialidad de Medicina
Dentro del ámbito de la Medicina, el aumento en el número de plazas MIR y los cambios en el proceso de selección tendrán repercusiones significativas. Las especialidades más demandadas, como Medicina Interna, han visto un incremento en sus plazas, pasando de 425 a 434, mientras que otras especialidades críticas como Anestesiología y Reanimación han aumentado de 424 a 434 plazas.
Estas especialidades, que representan el núcleo de la atención hospitalaria, requieren un alto nivel de competencia y formación rigurosa. La eliminación de la nota de corte y la implementación del segundo llamamiento plantean riesgos particulares para estas áreas. Si el proceso de selección no es lo suficientemente riguroso, es posible que se admita a residentes con habilidades poco óptimas, lo que podría afectar la calidad de la formación y, a largo plazo, la calidad de la atención médica en España.
Conclusión
El incremento en el número de plazas MIR para la convocatoria de 2025, junto con la eliminación de la nota de corte y la implementación de un segundo llamamiento para plazas no adjudicadas, son cambios significativos que reflejan los esfuerzos del Ministerio de Sanidad para abordar el déficit de profesionales médicos en España. Sin embargo, estos cambios también plantean serias preocupaciones sobre la calidad de la formación y el impacto a largo plazo en la profesión médica.
Es esencial que estos cambios se implementen con cautela y que se acompañen de medidas adicionales para garantizar que los estándares de formación no se vean comprometidos. La mejora de las condiciones laborales, la actualización de los programas formativos y la planificación a largo plazo son fundamentales para asegurar que el aumento en el número de plazas no se realice a expensas de la calidad en la atención sanitaria.
El desafío para el sistema MIR y para la sanidad española en general es equilibrar la necesidad urgente de más médicos con la imperativa de mantener altos estándares en la formación y en la práctica médica. La manera en que se manejen estos cambios determinará el futuro de la profesión médica en España y la calidad de la atención que se brinda a los pacientes.